Medusa
Para el siglo VI a.C., la imagen de Medusa como símbolo antiguo de poder y sabiduría femeninos se volvió inaceptable: sus ritos fueron interrumpidos, sus santuarios invadidos y sus sacerdotisas violadas. Su iconografía fue dominada y domesticada
Medusa significa “sabiduría femenina soberana”, en sánscrito es Medha, Metis en griego y en egipcio Met o Maat.
Medusa fue importada a Grecia desde Libia, donde era adorada por las amazonas de la región como su diosa serpiente. Medusa (Metis) fue el aspecto destructor de la Gran Diosa Triple, también llamada Neith, Anat, Atenea o Ath-enna en el norte de África, y Athana en 1400 a.C., en la Creta minoica.
En las imágenes, el cabello de Medusa se asemeja en ocasiones a las trenzas cerradas, lo que muestra sus orígenes en África, donde tenía un rostro oculto y peligroso. Fue inscrito que nadie podía levantar su velo, y que al que miraba a la cara le permitía ver su propia muerte y su futuro.
El arquetipo
Históricamente, Medusa ha sido considerada el arquetipo de la madre mala; sin embargo, es mucho más compleja, pues simboliza lo siguiente:
Soberana de la sabiduría femenina. Los misterios femeninos. Todas las fuerzas primordiales de la Gran Diosa: los ciclos del tiempo como pasado, presente y futuro. Los ciclos de la naturaleza como la vida, la muerte y el renacimiento. Es la creatividad y la destrucción universales en la transformación eterna. Es la guardiana de los umbrales y la mediadora entre los reinos del cielo, la tierra y el inframundo. Es la señora de las bestias. La energía latente y la energía activa.
Es la conexión a la tierra. La unión del cielo y la tierra. Destruye para recrear el balance. Ella purifica.
Es la verdad última de la realidad, la totalidad más allá de la dualidad. Ella rompe nuestras ilusiones mortales. Es la sabiduría prohibida pero liberadora. Las fuerzas indomeñables de la naturaleza. Como mujer joven y hermosa es la fertilidad y la vida. Como bruja, consume devorando todo en el plano terrestre. A través de la muerte tenemos que volver a la fuente, al abismo de la transformación, al reino eterno. Debemos someternos a ella y a sus términos de mortalidad. Ella refleja una cultura en armonía con la naturaleza.
Constelación de imágenes
En su imagen podemos encontrar esta constelación de significado arquetípico. A lo largo de la historia arqueológica se han producido los patrones de correspondencia de su impronta en todo el mundo, como los antiguos poderes traducidos del mundo natural en una imagen orgánica que era accesible, práctica, ceremonial, mística y potente. Al principio su iconografía representa una poderosa fuerza natural que es adorada y venerada por las culturas como algo sagrado y santo, como símbolo de la potencia total de la Gran Diosa Triple.
Las imágenes de la medusa en la antigua Europa comenzaron varios miles de años antes de su reinvención en la mitología griega clásica. En el paleolítico superior su poder está representado en el laberinto, en la vagina, en lo uterino y en otros designios femeninos. A lo largo del neolítico, su fuerza es simbolizada por la figura femenina colocada en posturas y gestos sagrados de empoderamiento, con la presencia de animales, principalmente aves y serpientes a las que ella está íntimamente conectada. Esas imágenes aparecen en el área mediterránea y continúan extendiéndose hasta finales de la edad de bronce de la Creta minoica, (1600 a.C.), donde es representada como la diosa-serpiente.
Las aves que aparecen en su cabeza u hombro significan su generación, así como los poderes de la muerte en su aspecto oscuro, de bruja. También representan el firmamento.
Las serpientes enrolladas sus brazos, piernas o entrelazadas en su cabello son representadas susurrando en su oído. La serpiente es un tótem de los ciclos de la vida, la muerte y renacimiento, y de las estaciones. Es la conexión con la tierra fértil y el inframundo. También simbolizan la inmortalidad, ya que la serpiente cambia de piel constantemente.
Asimismo, la serpiente era relacionada con las mujeres en la antigüedad por su correspondencia con las propiedades inmortales de la sangre de la menstruación. En aquel entonces las mujeres en su periodo de menstruación eran temidas con reverencia por los hombres, debido a que sangraban inexplicablemente sin herida, y por su sincronización con los ciclos de la luna.
La serpiente era también un emblema del océano, cuando el mar era representado como una serpiente que rodea a la tierra. Siglos más tarde, los mitos de la Grecia clásica categorizaron a la serpiente como un mal, engañosa, como un personaje repugnante asociado con las “brujas” y las sabias.
En el año 750 a.C., la imagen de cuerpo completo de Medusa en Grecia es una pieza central de uno de los antiguos templos sobrevivientes, el de Artemisa, una de sus diosas ancestrales. Ella es la Señora de las Bestias, quien resguarda los recuerdos de Creta y Angolia. Al igual que Medusa, mata de una manera sagrada para que la vida pueda continuar. En esta imagen de Medusa las serpientes están atadas alrededor de la cintura en un nudo sagrado de curación, ya que esos reptiles eran utilizados con fines medicinales. Está representada con el cabello ensortijado, grandes alas de ave en la espalda e incluso sus pies en ocasiones aparecen con garras. Las alas simbolizan la libertad y el movimiento dinámico entre los mundos. Incluso hay imágenes sobrevivientes de Artemisa usando la máscara de Medusa, llamada también la máscara de la Gorgona o Hécate.
La máscara
El símbolo ampliamente reconocido de la sabiduría femenina de las antiguas medusas era su atemorizante máscara ceremonial. Tenía grandes ojos que reflejaban su inmensa sabiduría. Representaban todo lo que se conocía, los ojos que ven a través de nosotros, hurgando en nuestras ilusiones y mirando hacia el abismo de la verdad. Su boca es mortal y semeja a una calavera. Devora toda la vida, devolviéndonos a la fuente. En ocasiones muestra amenazantes colmillos de jabalí, que significan que están destinados a asustar a los hombres, aunque aquellos más bien se remiten a los cerdos, un antiguo símbolo de la matriz del renacimiento. Su lengua sobresale como la de una serpiente y su rostro está rodeado por un halo de pelo en espiral, serpentinas que simbolizan los grandes ciclos y la sabiduría de la serpiente.
La máscara se utilizaba para guardar y proteger a las mujeres y el conocimiento secreto de la divinidad femenina. Literalmente advertía a los hombres “Aléjate de los misterios femeninos”. Fue erigida en piedra (correspondiente a su mirada de piedra), en cuevas y puertas de enlace a los lugares sagrados dedicados a la diosa. También aparecía en pilares de piedra levantados en honor de sus amantes muertos. Incluso tras la degradación de la cultura de la Medusa ateniense después del VII d.C. Antes de esa fecha, su imagen se siguió utilizando hasta el reinado de la cristiandad.
Su contaminación comenzó en Grecia en los siglos VII y VI a.C. Sin embargo, para ese entonces aún existían imágenes que veneraban a Medusa en su plena potencia. Se encontró una de la Gorgona Medusa como las de Creta en un carro de guerra flanqueado por leones. Se parece mucho a Cibeles, la Gran Diosa Madre, deidad de las fieras y de la fertilidad de la naturaleza. Al mismo tiempo fue hallado un relieve de una mujer con la máscara de Gorgona en una posición erótica o de alumbramiento, una representación de poder en las imágenes de las mujeres del neolítico. Pero su rostro y la máscara se siguieron utilizando en los templos y santuarios, y ser colocada comúnmente en columnas, puertas y corredores, reafirma su papel como guardiana de los umbrales y mediadora entre los senderos.
La Grecia patriarcal
El patriarcado comenzó en las edades de bronce y hierro del primer milenio griego. Bajo esta concepción del mundo, Medusa ya no nació de una madre sagrada, sino de un padre supremo. Tierra y el cielo se dividen eternamente. En el mito, héroes y dioses son creados para dominar y subyugar a las fuerzas femeninas y naturales una y otra vez en diversas formas, la más común de ellas en forma de monstruosas serpientes gigantes. Un ejemplo de lo anterior es la serpiente-dragón llamada Eurinaes, quien es dominada por Apolo.
El dios Apolo representa el ascenso del patriarcado y de los intereses masculinos contemporáneos. La Eurinaes es una fuerza dinámica femenina que representa lo antiguo, las civilizaciones matrifocales y los valores femeninos anteriores a los dioses del Olimpo. Eurinaes es subordinada, dominada y domada por Apolo cuando se ve forzada a abandonar su santuario para establecerse en el templo de Delfos. A través de la dominación el héroe constantemente conquista el patrón cíclico de la naturaleza y trata de hacerlo lineal. Amansa las fuerzas femeninas salvajes y hace que las mujeres se ajusten a los roles de servicio del género masculino.
Pronto, la santa imagen de la Gorgona Medusa como símbolo antiguo de poder y sabiduría femeninos se volvió totalmente inaceptable. Para el VI a.C. sus ritos fueron interrumpidos, sus santuarios invadidos, los bosques sagrados fueron talados, sus sacerdotisas violadas y su imagen manchada. Su iconografía –al igual que las mujeres—fue dominada y domesticada. Su máscara se utilizó en elaborar linternas y estufas etruscas, probablemente por su relación con el fuego alquímico. Aunque la máscara fue ampliamente usada por la gente del campo, su sabiduría femenina, su fuerza natural, sus poderes creativos, de destrucción y regeneración fueron demonizados y se la consideró maligna. Medusa se convirtió en un monstruo horrible, (la mayoría de los monstruos eran mujeres o habían nacido de la Tierra). Su imagen más popular fue la de su derrota en el mito ateniense de Perseo.
En el arte arcaico, el momento en la historia representado más frecuentemente es la persecución después de la decapitación, cuando Perseo huye con la cabeza cortada, perseguido por las hermanas gorgonas de Medusa. En 550-450 a.C., pintada principalmente en jarrones, aparecía la imagen del héroe acechando a su víctima mientras esta duerme o cortando su garganta, mientras los dioses observan. En esas vasijas, Medusa es representada como una serpiente, un monstruo horrible. En esa época, los pocos rituales a Medusa se reservaban exclusivamente para el aspecto militar, y su imagen aparecía en armaduras o escudos.
En el curso del siglo V emergerá nuevamente como una mujer hermosa en su aspecto de doncella. Pero cuando los persas introdujeron la serpiente emplumada, sus poderes se transformaron otra vez en un dragón, el cual es fálicamente empalado por la boca, una imagen que fue muy popular en la Edad Media.
Atenea, diosa patrona
El mito ateniense fragmentó y redujo el original libio de la triple diosa Atene a Atenea, Metis, Medusa y sus hermanas gorgonas. Gorgo, Gorgona o Gorgopis era la del “Rostro horrible y además Medusa (Metis) era el título de Atenea como diosa de la muerte. La hermana mayor era Medusa, quien representaba la sabiduría femenina; sus hermanas menores eran Esteno (la fuerza) y Euríale (la universalidad). Todas eran hijas de Ceto y Forcis, pero Medusa era la única mortal. Originalmente eran hermosas. Como Medusa, tenían alas en la espalda y en los tobillos, y llevaban la máscara de Hécate, la máscara de la Gorgona.
En el siglo VII a.C. los atenienses adoptaron a Atenea como su diosa patrona. A través del mito, los griegos cortaron las raíces de la antigua cultura de las mujeres, separándola de los aspectos oscuros de Medusa y Metis. Al separar a Atenea de Medusa, las dos se superponen: Metis se convirtió en su madre y Medusa en su enemiga.
Su madre, Metis, la cambiante de forma, se dice que es la madre original y la más sabia y grandiosa de todos los dioses. Para los atenienses, ella fue violada y devorada por Zeus. Así, Zeus obtuvo el poder sobre los demás dioses, consumiendo el antiguo linaje de Metis junto con su inmensa sabiduría. [Zeus utilizó su capacidad de cambiar de forma sobre todo para seducir y violar mujeres]. La sabiduría de Metis era tan grande que impregnó la cabeza de Zeus y de ella surgió la nueva Atenea.
Al traicionar su antiguo linaje, Atenea se convirtió en la hija obediente que conservó su aspecto virginal, fértil. Ella era la diosa municipal de la inteligencia de Zeus, al servicio del ego masculino-solar, haciendo a los hombres héroes que dominan a las mujeres y a la naturaleza, y que representan los valores patriarcales, los roles e ideales de Atenea. Ella ofrece a las mujeres un nuevo papel bendito, ausente de la esfera pública y al servicio del hombre. Las mujeres son prescritas en los roles de la virgen, esposa y madre. Como virgen, la prueba de su paternidad está confirmada. Como madre, ella es la nodriza de sus hijos. Y como esposa es devota de su hombre.
En 458 a.C. rechaza descaradamente a su madre Metis en la Orestíada de Esquilo, cuando justifica la prioridad de los hombres sobre las mujeres: “Es mi obligación dictar un fallo final aquí… No hay madre en algún lugar que me haya dado a luz… Yo estoy siempre para el hombre con todo mi corazón, y fuertemente al lado de mi padre. Por lo tanto, en los casos donde la mujer ha asesinado a su esposo, al señor de la casa, la muerte de ella no significará nada para mí”.
Sin embargo, el personaje de Atenea contiene muchas contradicciones que muestran la lucha del hombre para manejar su potente pasado. Un ejemplo de lo anterior es que el animal favorito de la diosa es la lechuza, un antiguo símbolo del ave de la muerte y de su regeneración, así como de sabiduría femenina, oscuridad, noche, luna y misterio.
La nueva enemiga de Atenea, Medusa, rivalizaba con ella en belleza y poder. Incluso Perseo acepta que admiró la belleza de Medusa cuando ella estaba muerta, por lo que llevó la cabeza con él para mostrarla a los griegos. Cuando Medusa se convirtió en un monstruo mitológico, fue la propia Atenea quien la hizo fea. De acuerdo con la Metamorfosis de Ovidio, cuando Medusa era virgen fue violada por Poseidón en el templo de Atenea. Ésta culpó a Medusa por el acto sacrílego y la castigó, transformando el elemento más bello de su persona, su cabello, en serpientes (en ese entonces las serpientes eran consideradas repugnantes). Pero incluso el monstruo Medusa responde al abuso con rabia, con una vitalidad de fuego para proteger la vida. A partir de entonces ella siempre usa su poderosa mirada para convertir a sus enemigos hombres en piedra; entre otros, Atlas fue convertido en una montaña de piedra.
El asesinato
En el mito ateniense del héroe griego Perseo, la sabiduría femenina de Medusa, junto con las potencialidades de las mujeres en general, es silenciada y las fuerzas de la naturaleza son conquistadas en un último acto de dominación y venganza.
Perseo es enviado en una misión por Polidectes, rey de Sérifos, y la propia Atenea, para recuperar la cabeza de la Gorgona, un hecho que exige las máximas heroicidad y habilidades masculinas. Se le proporcionan sandalias mágicas aladas, una capa y una bolsa de Hermes. Guiado por Atenea todo el tiempo, vuela sobre el océano hasta el lago Tritonis en Libia, donde continúa su camino a través de bosques de gran espesor. En la ruta al palacio de Medusa ve varias estatuas de hombres y bestias. También hay columnas de piedra erigidas en honor a los amantes muertos del monstruo. Perseo se encuentra a las gorgonas durmiendo. Mientras que Atenea sostiene un escudo a manera de espejo, Perseo decapita a Medusa con su espada. Enfurecidas, las hermanas gorgonas corren tras él, pero es en vano, ya que el casco lo hace invisible.
Perseo no pudo haber completado esa tarea sin la ayuda de la traidora diosa guerrera Atenea. Es ella la que lo guía e instruye a lo largo de su viaje y asesinato. Ya que el mito simboliza la usurpación de sus poderosas raíces en una cultura donde ella y Medusa eran una, fue muy útil que sólo Atenea conociera los secretos para encontrar y derrotar a Medusa.
El poder de la sangre
Incluso muerta, la sangre de Medusa conserva sus poderes. Da vida a Pegaso, el militante corcel alado de Zeus que crea serpientes en la tierra con el toque de su pezuña, y que también introdujo el culto dionisíaco a Atenas. También Crisaor, el gigante de la espada de oro, nace de su cuello sangrante. La sangre de Medusa es drenada de su cuerpo y luego se utiliza para resucitar a los muertos (haciendo de Asclepio un gran sanador). Extraída de su vena derecha sana y alimenta la vida; de su serpiente izquierda, mata.
Las serpientes, el rostro terrible, su mirada de piedra y su sangre mágica se correlacionan con el antiguo tabú menstrual. El folklore primitivo creía que la mirada de una mujer que está menstruando podía convertir a un hombre en piedra. También se creía que la sangre menstrual era la fuente de toda vida mortal y también de la muerte, ya que ambas son indisolubles.
Ritual militar
Perseus colocó la cabeza de Medusa en su bolsa. Utilizó la extremidad como arma en otro enfrentamiento y, cuando llega a casa, se la devuelve a Atenea. La cabeza de Medusa es entonces forjada en el centro de la égida de Atenea y en el escudo de Zeus, el cual es dado a Atenea. Incluso después de su derrota, el rostro de Medusa conserva su poder de Gorgona para proteger a la diosa de los enemigos, convirtiéndolos en piedra. Es la imagen llamativa, central de las representaciones de Atenea. El rostro de Medusa continúa como símbolo de su fuerza en el ritual militar y en la armadura de los guerreros en la batalla.
La decapitación mitológica de Medusa simboliza el silencio final de la sabiduría y de expresión femeninas. Es el acto que se detiene su crecimiento, que limita su potencial, su movimiento y sus contribuciones culturales. Ella es eliminada y su cabeza cortada es ostentada en la Acrópolis y en obras de arte como orgullo del sometimiento de ella y de todas las mujeres en manos de los hombres violentos. Ella es rota y su cuerpo esclavizado. Su espíritu, mente, sus poderes espirituales son asesinados. Sus fuerzas de creatividad femenina y de destrucción alguna vez honradas se detienen. Su papel como mediadora dinámica es degradado. Las fuerzas salvajes de la naturaleza son controladas, domesticadas y caen bajo el yugo del orden masculino. Los ciclos de la vida y de la naturaleza se arreglan para cumplir con la perspectiva lineal de ellos.
Detrás de las raíces libias
El mito de Perseo se inventó para explicar la aparición del rostro de la gorgona Medusa, o la máscara, en el escudo y en la égida de Atenea. No resulta sorprendente que las primeras imágenes de Atenea tuvieran un parecido asombroso con la venerada diosa-serpiente cretense. En el arte, los cambios de Atenea están asociados de manera consistente con las serpientes, tal y como aparecen en los hombros y sobre su armadura, junto con el rostro de Medusa como imagen central.
El mito de Perseo fue también un intento de ocultar las raíces libias de Atenea en la trinidad amazona-serpiente-diosa. En los mitos prehelénicos se decía que Atenea provenía del útero del lago Tritonis (que significa Tres Reinas), el mismo lugar en el que se decía que Medusa había gobernado, cazado y dirigido las tropas en el mito ateniense. Los mitos más antiguos son a su vez más específicos, y dicen que Atenea nació de las Tres Reinas de Libia, con Metis-Medusa como su aspecto destructor.
Tomado de: Final Paper. Julio 7, 1996.
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